Redacción y Producción: Nicolás Merletti
Estamos hablando de Bobby Jones, quién entre 1923 y 1930 ganó casi todos los torneos que jugó, entre ellos 13 majors -incluido el Grand Slam en 1930, donde consiguió los cuatro títulos más importantes de la época, el US Open, el US Amateur, el British Open y el British Amateur, algo jamás igualado-, todos ello en condición de amateur, sin corromper su amor por el juego, como el mismo decía.
Con su estilo perfeccionista, toda su carrera buscó mejorar su juego, pero todo de manera autodidacta. Como si ser uno de los golfistas más talentosos no alcanzaba, Jones se recibió y ejerció la carrera de abogado, sirvió en la Segunda Guerra Mundial, desembarcando en Normandía y alcanzó el grado de Capitán. Además, escribió libros sobre golf, diseñó palos y grabó videos instructivos. Pero sin dudas su legado más importante, y su mayor orgullo fue la creación de Augusta National, la mejor cancha de golf del siglo XX, y la sede del Masters, uno de los torneos más tradicionales y prestigiosos del mundo.
Este ritmo de vida se vio severamente golpeado cuando le diagnosticaron siringomielia, una rara enfermedad que ataca el sistema nervioso central, que lo hizo sufrir de terribles dolores y paralizando progresivamente postrándolo a una silla de ruedas. Murió en 1971, a los 69 años de edad. Pero su legado seguirá vigente para siempre.
0 comentarios:
Publicar un comentario