“Fui campeón en casi todos los equipos que jugué”

Redacción y Producción: Ivan Ferrari Villalobo

Ataúlfo Sánchez tiene 76 años y es una leyenda en su puesto. Lo apodaban, El Rey del arco, en tierras mexicana. También escribió en ese mismo país “El manual del portero” para una revista muy famosa de México, en la década del ´60, en la cual enseñaba técnicas para ser un mejor guardameta. Más  allá de todo recordó su paso por los clubes, donde fue glorioso, y habló sobre su mención en la película ganadora del Oscar.

Ataúlfo -arriba a la izquierda- formado junto a sus compañeros de Racing, en 1959.

-¿Fue exitoso en todos los clubes qué jugó?

-Estuve en Defensores Unidos de Zárate, donde gané tres torneos. Y fui campeón en casi todos los equipos que jugué, menos en el Necaxa, que terminamos subcampeones. Gané torneos en Racing, América de México, donde soy muy reconocido, y Toros de San Diego. Jamás luché por el descenso.

-¿Cómo fue enfrentar a Pelé?

- Me lo crucé en la cancha de Huracán jugando para Racing en la década del ’70. Perdimos 3-2. Ingresé en el segundo tiempo. Pele era muy bueno, pero como le pegaban mucho, él también golpeaba con maldad. Era grandote y gordito, con una potencia increíble.

-¿Quién fue para usted el mejor jugador?

-(Diego) Maradona fue el más habilidoso con la pelota. En cambio, Pelé era el más completo, al igual que, (Alfredo) Di Stéfano, quien fue el primer jugador que jugó de área a área. Y también (José) Moreno y (Johan) Cruyff eran muy buenos. Contra Moreno disputé un partido cuando él era técnico y jugador de Independiente de Medellín, me acuerdo que entraba y salía porque era su partido de despedida.

-¿Qué recuerda de aquel día que presenció la inauguración del Estadio Azteca?

-Recuerdo que en el ´66 inauguramos el Estadio Azteca, un infraestructura enorme que te hacia sentir como una hormiga. Jugamos contra el Torino de Italia, que terminamos empatando ese día uno a uno. Ese partido jugué con Moacyr y Arlindo, dos jugadores extraordinarios, quienes se parecían mucho a Ronaldinho.

-¿Cómo fue su experiencia como entrenador en Independiente?

-En el ´73 con Humberto Maschio fuimos dupla técnica de Independiente. Salimos campeón de la Copa Libertadores tras vencer el Colo Colo. También nosotros dos pusimos a jugar a Ricardo Bochini, después de que ya había hecho algunas incursiones en primera. (Andrés) Iniesta me hace acordar a Bochini, la misma jugada y el mismo aspecto  físico. Fue un jugador que nunca jugó con otra camiseta. Y era un futbolista muy correcto adentro y fuera de la cancha, con una gambeta corta y con una fracción rápida para largar a la pelota, y en eso me hace recordar a Lionel Messi.

-¿Cómo definiría la posición del arquero?

-El puesto del arquero es hermoso pero muy ingrato. En mi caso me gustaba volar, sentir que la pelota estaba en mis manos, si la redonda la tiene controlada uno, entonces el contrario no la tiene. Ese consejo siempre le di a los que me consultaban. También que siempre la espalda debe estar  para atrás a la hora de embolsarla y cuando se descuelgan los centros, hay que tratar que no te pase la pelota.

-¿Tuvo algún referente en su puesto?

- No. Pero si tuve la suerte de ver a dos arqueros extraordinarios: uno era (Lev) Yashin, quien lo apodaban La araña negra, cuando yo jugué en contra de él, me acuerdo que medía como dos metros, y tenia una presencia que asustaba. Y el segundo era Amadeo Carrizo, quien se tiraba poco pero siempre la agarraba y era muy hábil con las piernas, que  en aquellos tiempos no se acostumbraba a que los porteros utilizaran mucho los pies.  Después otros arqueros que podría nombrar son, Roma, a quien le decíamos Belgrano porque siempre sacaba pecho y después (Ubaldo) Filliol, quien tenia una gran elasticidad,  y fue un gran  volador, con una fuerza increíble en las piernas.

-¿Cómo ve el fútbol argentino?

-Veo un nivel muy parejo dentro de la mediocridad en la que se encuentra nuestro fútbol local de cada día. Pero igual todavía quedan jugadores que le dan un color distinto a este deporte, como (Sebastián) Verón, (Maximiliano) Moralez,(Walter) Ervitti.

-¿Por qué dejaba algodones en las áreas cuando atajaba en México?

-Dejaba algodones en las canchas porque eran de tierras en aquel momento, entonces los ponía para marcar mejor las áreas y así poder tener varios puntos de referencias. Y además me pagaban una suma de dinero porque hacia una propaganda para Chapulquete, una empresa de algodones.

-¿Qué sintió cuando lo mencionaron en la película El Secreto de sus Ojos?

-Una alegría enorme. Yo no sabia nada, nunca me habían dicho. Estoy un día en casa y me llama por teléfono un conocido, y me contó que fue al cine con la señora y que estaban viendo una película y sienten que me nombran, Ataúlfo Sánchez, y  gritaron: ¡ese es el Chulo! y son gente con quienes no tengo mucha confianza. Hasta de España me llamaron.