martes, 15 de febrero de 2011

Un análisis De Primera (y al pie) Capitulo I

 El Clausura pusó primera; el fútbol no

Sí señores -y señoras, por qué no-, después de dos meses de abstinencia, con la excepción de los amistosos de verano que no tienen el mismo sabor, volvió el fútbol local. Ese que fin de semana tras otro mueve a miles de personas por kilómetros, de una provincia a otra, o sólo un par de pasos hasta el sillón de sus casas. Ese que tal vez no tiene el mismo nivel que el del las ligas más poderosas del mundo, pero del que salen los Tevez, Agüero, Higuaín y compañía que nutren a las mismas. Ese cuya pasión inspiró e inspira las obras de Roberto Fontanarrosa o de Eduardo Sacheri, por mencionar algunos. Ese que luego de ver la primera fecha hace que uno se pregunte "¿Por esto estaba yo tan ansioso?".

Se puede entender que el arranque sea difícil. Los nervios, las presiones, la adaptación de las incorporaciones, hasta que estén faltos de ritmo, pero lo de All Boys - Racing, por nombrar un ejemplo, fue demasiado. Seguramente el silbato de Pablo Lunati -de muy pobre desempeño- se haya gastado de tanto que lo tuvo que usar. Salvo el primer tiempo de Estudiantes y algunos ratos de Boca y de Lanús, los equipos jugaron por debajo de la línea del Aprobado.

Plata bien gastada

Muchas veces las incorporaciones no puede decirse que sean refuerzos. Están los que llegan de Europa con el rótulo de "salvadores" y terminan siendo los peores, o los que tuvieron un excelente rendimiento en otros clubes y cuando pasan a uno con mayores aspiraciones es como si se hubieran olvidado como jugar. Pero es más interesante hablar de los que si cumplen con las expectativas, de los que pagan todo lo que valieron. En está primera fecha fueron tres los destacados: Diego Valeri, David Ramírez y Néstor Ortigoza.

Diego volvió y ya mojó
El primero volvió a Lanús, el club que lo formó como futbolista, luego de un paso sin pena ni gloria por el Viejo Continente (Porto y Almería). Cuando se fue, dejaba atrás un equipo bien armado, recientemente campeón, que había que esperar a ver si en los años siguientes podría mantener todo lo bueno que había hecho hasta el momento. Año y medio después, el volante no debe haber encontrado las cosas muy distintas. Y a él tampoco se lo vio diferente al Valeri que le dio el Apertura del 2007 al Granate. Fue una de las figuras en la victoria 3 a 1 contra Arsenal -con gol incluido- y su sociedad con Mauro Camoranesi, otro que llegó de Europa, ya ilusiona a varios.
Lo que le faltaba a Vélez, un Mago
En una institución que tuvo una temporada memorable, clasificado por primera vez en su historia para la Copa Libertadores, David Ramírez fue el eje central del buen juego propuesto por el Godoy Cruz del Turco Omar Asad. A pesar de no ser una joven promesa -ya tiene 29 años-, el poderoso Vélez hizo el esfuerzo que otros no y se llevó al mediapunta. En su primera vez con la V en el pecho, mostró que perfectamente puede acoplarse en el ataque del conjunto de Liniers y jugar a la par de Maximiliano Moralez, Santiago Silva y Juan Manuel Martínez, formando un poker de jugador de lujo. Su aporte fue importante para que el Fortín alcance el empate contra Independiente.

Ortigoza, el nuevo chofer del Falcón
El último de la lista, Ortigoza, demostró que no necesita tener al lado a Juan Mercier para hacerse dueño de la mitad de la cancha. El nacionalizado paraguayo, llegó a San Lorenzo sobre el final de la pretemporada y con la misión de darle equilibrio y juego a un mediocampo que tenía más dudas que certezas. Pero el poco tiempo de trabajo estuvo perfectamente disimulado. Los de Boedo jugaron al ritmo de la nueva dupla que augura darle un salto de calidad a los de Boedo: Ortigoza y Leandro Romagnoli. Si bien Gimnasia le robó dos puntos cerca del final -gracias al Mellizo, otro de los que volvió-, esto no opacó la digna tarea del ex- Argentinos Jrs.

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