martes, 5 de octubre de 2010

Una Generación que sigue vigente

Redacción y Producción: Agustín Pincheira y Martín Güttner

El quinto puesto obtenido en el Mundial, dejó en claro que esta selección tiene talento de sobra y un corazón enorme para afrontar cada partido como si fuese el último.  Pero hay varios aspectos negativos para tener en cuenta en el futuro, como la falta de recambio y el cercano retiro de las principales figuras. Los Juegos Olímpicos del 2012,  será la última oportunidad de ver a figuras fundamentales como Ginóbili, Oberto y Prigioni.

Scola fue la gran figura del equipo en Turquía.



Si bien el objetivo de las semifinales no se pudo lograr, el quinto puesto fue satisfactorio por las posteriores victorias ante Rusia y España -equipo al que no se vencía desde hacía 16 años-. Durante los 9 partidos que disputaron los dirigidos por Sergio Hernández, se dependió constantemente del talento de Luis Scola y de Carlos Delfino. En partidos aparentemente accesibles, como ante Angola o Jordania, no se pudo apelar a los relevos para resguardar a los titulares y hubo que utilizarlos para obtener ambos triunfos. En los partidos clave, esto no fue distinto y se vio demostrado ante Lituania, ya que tanto el Luifa, como el Lancha sintieron el desgaste de ponerse el equipo al hombro.

De los 360 minutos de juego de Argentina en el torneo, Scola participó en 323 y el santafesino en 327. Entre los dos marcaron el 57,2% de los puntos albicelestes. Además, el porteño fue el máximo anotador del Mundial, con 244 unidades. Otro argentino que lideró en las estadísticas de la competencia fue el base Pablo Prigioni, que realizó 58 asistencias. Por su parte, los juveniles no fueron tenidos muy en cuenta por el entrenador. Luis Cequeira y Marcos Mata solo aparecieron en 90 y 19 minutos respectivamente. En el caso del armador, su presencia fue la más destacada por ser el relevo directo de Prigioni.

Con la mira puesta en los Juegos Olímpicos del 2012, la Argentina contará con sus jugadores principales en la etapa final de sus carreras. Probablemente, sea la última vez que se pueda ver jugar a Emanuel Ginóbili (33), Fabricio Oberto (35) y Pablo Prigioni (33) con la camiseta celeste y blanca.

“El ciclo no está terminado. Si logramos juntar a los que faltan para el Preolímpico, trataremos de llegar a los JJ.OO de Londres 2012 para ahí terminar como se merece este seleccionado que marcó una era en nuestro país en el deporte por equipos”. Estas palabras de Leonardo Gutiérrez, expresan que la Generación Dorada seguirá dando pelea por unos años más, pero quedará marcada como uno de los mejores seleccionados argentinos de la historia.




Estados Unidos dio cátedra


Si bien no se presentó con sus principales jugadores de la NBA, el Dream Team formó un equipo muy sólido y competitivo, que se consagró campeón del mundo, después de 16 años e invicta. Tuvo como protagonista al jugador más valioso del torneo (MVP), Kevin Durant. Este también fue parte del quinteto ideal elegido por la FIBA, junto a Teodesic (Serbia), Turkoglu (Turquía), Kleiza (Lituania) y Scola. Los norteamericanos completaron una planilla escalofriante con 92,8 puntos, 41,7 rebotes y 18,2 asistencias por juego.



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