lunes, 18 de octubre de 2010

Oscar Furlong: Un Pillín para recordar

Redacción y Producción: Magdalena Bombig

Campeón en el primer Mundial de Básquet, celebrado en Argentina en 1950, se destaca como el mejor pivot de su época. Rechazó varias ofertas de la NBA para seguir jugando en nuestro país. Incursionó en el tenis y fue capitán de la Copa Davis que por primera vez llegó a semifinales en 1977. En 2007, ingresó al salón de la fama de la FIBA como uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos. Un gigante del deporte argentino.




Oscar Furlong nació en Buenos Aires el 22 de octubre de 1927. Creció en una familia de clase media alta en Villa del Parque. En sus comienzos en el deporte se inclinó para el lado del tenis, sin embargo, el básquet llamó su atención inmediatamente. El club donde concurría, Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, contaba con un gran equipo, donde además jugaba Jorge Canavesi (quien más adelante se convirtió en el entrenador de Furlong en la Selección). Empezó a dedicarse de lleno al básquet, y se destacó rápidamente, sus compañeros de equipo lo apodaron Pillín por su picardía a la hora de jugar.

El plantel que integró Furlong en Gimnasia y Esgrima fue uno de los mejores en su tiempo. Ganaron seis campeonatos de primera división de la Federación de Buenos Aires entre 1945 y 1954.

En 1948, con tan sólo 21 años, integró el plantel argentino en los Juegos Olímpicos de Londres. El equipo no llegó lejos, pero tuvo una digna actuación ante EE.UU, con el que cayeron sólo por dos puntos (57 a 59). Furlong anotó 18 tantos para Argentina, y recibió elogios de todas partes. Hasta el entrenador rival quedó maravillado con él, de quien dijo, que además de ellos mismos, era uno de los mejores jugadores del mundo. Ese mismo año recibió varias ofertas de equipos de la NBA, y pudo haber sido el primer argentino en jugar en la liga, pero las rechazó ya que no deseaba convertirse en profesional y no poder jugar para su país (en ese entonces en los seleccionados sólo podían jugar amateurs).
En el Mundial de 1950, luego de superar todos los partidos con victorias, llegaron a la final, en donde enfrentaron al otro equipo invicto del torneo, EE.UU. Furlong se convirtió en el máximo anotador del encuentro, con 20 puntos, y en la figura del equipo que venció a los norteamericanos por 64 a 50. Además, fue el máximo anotador de la copa y el jugador más valioso.

Volvió a participar de un Juego Olímpico en 1952, en Helsinki. Aquí, los argentinos obtuvieron el cuarto lugar luego de perder por la medalla de bronce ante Uruguay.

En 1957 se retiró del básquet en Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, ya que fue suspendido por el Gobierno de facto de Eduardo Leonardi. Acusaron a Furlong, y a sus compañeros de equipo de 1950, de profesionales por haber recibido de premio un auto cada uno de parte del gobierno de Juan Domingo Perón. Pero el problema no fueron los vehículos obsequiados, sino de parte de quien vinieron, ya que luego del derrocamiento de Perón estaba prohibido mencionar su nombre, y la mayoría de los deportistas que se destacaron en su mandato fueron censurados, al no dejarlos participar de competencias internacionales. Debido a esto, al poco tiempo comenzó a dedicarse nuevamente al tenis, y llegó a estar séptimo en el ranking argentino.

Desde 1966 a 1977 fue capitán del equipo de Copa Davis de Argentina. Su mayor logro fue llevar al equipo por primera vez a semifinales, en 1977. Sus dirigidos, Guillermo Vilas y José Luis Clerc, perdieron ante Australia.
En 2007 ingresó al Salón de la Fama de la FIBA (Federación Internacional del Básquet),  no sólo por ser uno de los mejores pivots de todos los tiempos, sino por sus grandes aportes en el desarrollo del deporte. Un grande de nuestra historia para no dejar de recordar.



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