viernes, 19 de noviembre de 2010

Antonio Mohamed: "Nos motiva la Sudamericana"

Redacción: Leandro Ulloa. Producción: Nicolás Argañaraz, Esteban Galán y Leandro Ulloa


Luego de pasar por varios clubes y con sólo 40 años, le llegó la posibilidad de dirigir un club grande, Independiente, al que buscará sacarlo de este mal presente. En una charla a fondo, afirma que será presidente de Huracán, explica las razones de su salida de Colón, opina sobre Maradona y critica a los violentos del fútbol argentino

El Turco atendió a DePrimera en el Hotel mientras concentraba con el equipo post clásico.

Era la situación más complicada que se le podía presentar. Sobre todo en un club grande como Independiente, que su gente no tolera estos años cercanos que poco se parecen a aquella década del ’70, cuando el equipo era protagonista tanto en Argentina, como en América y el mundo. Pero la escases de puntos -6 de 27, con un solo triunfo en nueve partidos- no era el único inconveniente: se venía el clásico frente a Racing. Y una derrota en el debut, justo en el partido que más espera ganar el hincha, era prácticamente enterrarse desde el vamos. Sin embargo, Antonio Mohamed decidió agarrar al Rojo en un momento complicado y las cosas le salieron de la mejor manera.
-¿Cómo es llegar a un club tan importante, debutar en un clásico y ganarlo? Con todo lo que eso representa, sobretodo en el hincha…
-Era una situación complicada. Porque el club no venía bien y tomar al equipo en un momento así es un poco difícil. Pero después del resultado positivo, nos pusimos muy contentos y esperamos que sirva como un empujón anímico para lo que viene.
-¿Cómo se dio lo de Independiente? Pareció darse todo muy rápido, ¿Te sorprendió el llamado de Comparada?
-A mí me había llamado 15 días antes y yo le había dicho que no. Me habían llamado para hablar, yo me había ido hacía poquitos días de Colón y no quería, no estaba dispuesto. Después se volvieron a comunicar conmigo, pero ahí me dijeron que ya era el técnico, que solo dependía de mí. Tomé una decisión rápida y dije que sí.


“Comparada me llamó y me dijo que era el técnico, que dependía de mí. Tomé una decisión rápida y dije que sí”

-Llegaste a un equipo golpeado y necesitado de soluciones inmediatas, sumado a que se venía el clásico. ¿Cómo trabajaste en tan pocos días el tema anímico con los jugadores?
-Más que nada lo que cambió fue la actitud. Eso fue lo que más hablamos. Creo que el equipo tuvo mucha entrega, no dejó de correr ninguna pelota. Y el premio fue el triunfo en el clásico. Ahora hay que mejorar, hay que trabajar para jugar mejor.
-¿Cómo se trabaja ahora? ¿Se busca sumar la mayor cantidad de puntos o en armar un equipo para el próximo campeonato?
-A nosotros nos motiva la Sudamericana. Pero acá, en este club grande, tenés que pensar en ganar cada fin de semana.

En la actualidad, se puede decir sin que suene a ninguna locura, que el Turco es uno de los mejores técnicos argentinos. Pero para llegar a este lugar, tuvo que recorrer un largo camino, que comenzó en México, en 2003. Ese año, Mohamed dejó la actividad y tomó el mando del club Cañeros de Zacatepec, su último club como jugador. Y de ahí en más, su carrera como DT fue en franco crecimiento: Morelia, Queretaro, Huracán –su primera experiencia en el país, en el club de sus amores-, Jaguares de Chiapas, Veracruz, Colón e Independiente, su nuevo desafío.
-Mostrás varias facetas como DT: tenés una táctica definida, con tres en el fondo, pero no tenés problemas en adaptarte a otras cosas como con Racing, que pusiste cuatro. Trabajas mucho la táctica y te gusta preparar jugadas en la semana. ¿Cómo te definís?
-Me defino como una persona que trata de sacar lo mejor de los jugadores y que le gusta trabajar. Eso de definirme yo mismo no corresponde, lo tienen que hacer lo demás. Pero lo más importante de todo es trabajar y convencer a los jugadores de lo que uno quiere.
-¿Cuánto del fútbol mexicano hay en la forma de juego de tus equipos?
-Tienen algunas cosas. Yo viví 12 años en México. Huracán era el que más cosas tenía del fútbol mexicano, cuándo estábamos en el Ascenso. En los otros equipos fue un poco más difícil hacerlo porque en primera se complica mucho más.

Si se camina por la Avenida Colonia, allí en el barrio de Parque Patricios, antes de llegar al Palacio Tomás Adolfo Ducó, se puede ver un mural con su figura, junto con otros ídolos de Huracán y del barrio, como Rene Houseman, Ringo Bonavena y Herminio Masantonio. El amor mutuo que hay entre él y la hinchada quemera, viene de su época de jugador y de su posterior regreso como técnico, devolviendo al equipo a Primera División en 2007. Sin embargo, su persona trasciende al club y es reconocido por los diferentes hinchas argentinos.
-A pesar de estar tan identificado con Huracán, ¿Por qué creés que sos un tipo tan querido por todas las hinchadas?
-Capaz porque uno es una persona que respeta a todo el mundo. Debe ser que caigo bien o creen que soy una buena persona. Pero es la manera de manejarse en la vida y voy a seguir así. Como es uno, natural, original, tratando a todos por igual.


“No quiero ser, voy a ser presidente de Huracán. No sé cuándo, pero tampoco falta mucho. Seguramente después de los 50 años”

-Como hincha, ¿Cómo lo ves al Club? No está haciendo una de sus mejores campañas…
-Y… está mal. Tanto económicamente como deportivamente. Espero que mejore, en todos los aspectos. Lo más importante es que no tenga problemas de descenso, que es lo que más le preocupa a toda la gente de Huracán.
-¿Todavía pensás en ese partido con Vélez con el recordado arbitraje de Brazenas?
-Y… hubiera sido un cambio en la historia. Pero bueno, el destino dijo que no y capaz que viene algo mejor más adelante.
-Varias veces dijiste que te gustaría ser presidente, ¿Cómo DT pensás volver?
-No es que a mí me gustaría ser presidente de Huracán. Voy a ser presidente de Huracán. No sé cuándo, pero tampoco falta mucho. Después de los 50 años seguramente. A Huracán le he tomado un cariño que va más allá de cualquier evaluación. Ya estuve una vez, con Babington como presidente. Cuándo el club me necesitó estuve ahí en el Nacional B para ascender, y si algún día me necesita, voy a estar ahí. No importa quién esté al mando. Siempre y cuando sea una situación que me necesiten y yo pueda echar una mano. Tanto a Huracán como a Colón.

Diego Maradona siempre es un personaje que da para hablar. Pero en este caso, una relación de amistad une al DT de Independiente con el ex técnico del seleccionado nacional. Y por eso opina al respecto del fin del ciclo Maradona.
-Cada vez que puede, Diego habla bien de vos y se sabe que mantenés una buena relación con él ¿Qué te pareció como se resolvió su salida de la Selección?
-No se manejaron bien los directivos. Fue todo muy mediático, pero todo lo que rodea a Maradona es así. Lamentablemente fue un ciclo corto, muy vertiginoso, que tuvo de todo. Pero yo no me olvido de los primeros cuatro partidos del Mundial que la gente estaba muy contenta, estaba orgullosa. Pero una goleada hizo que todo se terminara. Nadie tiene la verdad en esto, y seguramente él habrá aprendido de sus errores como aprendemos todos. Pero los responsables siguen siendo los jugadores, son los que entran a jugar y son los que toman las decisiones. El entrenador en esos casos tiene un porcentaje mínimo.
-Varias veces se barajó tu nombre para integrar el cuerpo técnico, ¿Alguna vez alguien habló con vos? ¿Te viste cerca del Mundial?
-No, eso fue algo de los directivos, Diego no habló conmigo. Él tiene su cuerpo técnico y me parece muy bien, siguió a muerte con ellos.

Si hay un lugar donde el Turco hizo una campaña inesperada, es en Santa Fe. Agarró Colón en un momento más que complicado, logró sacarlo del fondo de los promedios y realizó grandes campañas, con clasificación a la Copa Libertadores incluida, algo que el club no lograba desde 1998, cuando entró a la máxima cita continental por primera y única vez, hasta la llegada de Mohamed.
-Estuviste dos años y medio en Colón, algo muy difícil de lograr en cualquier equipo en el fútbol argentino ¿Porqué decidiste no continuar? ¿Sentiste que se había terminado un ciclo?
-Primero se puede dar alguna continuidad de un técnico en otro club pero que sea del club. Una persona que llega y nunca estuvo en su vida ahí, que ni pasó por la puerta del vestuario, es mucho más difícil. Lo que pasó fue que veníamos de quedar afuera en la Copa Libertadores este año por febrero, hasta junio el equipo fue puntero –hasta la 6ta fecha- y después se cayó. De 13 partidos el equipo ganó uno, a Boca 3 a 0 en Santa Fe. Y la prensa de allá me analizaba porque en todo el torneo el equipo había ganado sólo dos partidos. Entonces era muy difícil sostener eso, preferí dar un paso al costado y no analizar. Porque el análisis pasaba por otro lado. La realidad marcaba que nosotros agarramos a Colón en descenso directo y hoy está sexto en el promedio, y a pesar de la mala campaña, el equipo sigue estando arriba. Teníamos bastante colchón de puntos. Pero cuando uno siente que no está tan respaldado, más que nada por algún sector de la gente y de la prensa, das un paso al costado. Y también sentía que los jugadores necesitaban un cambio. Uno no tiene que ser cerrado y pensar en uno mismo, hay que pensar en la institución y hacer lo mejor para el club. Y yo creí que lo mejor era que yo me valla.

-Ese famoso partido en la Bombonera que te erraste el gol contra Huracán… ¿Cuánto hay de verdad en que no lo quisiste hacer?
-Todas las historias se van agrandando con el tiempo. Que te la cuenta tu viejo, un amigo, y así. Hay muchas cosas de verdad y muchas de mentira, exageradas. A mí nunca se me pasaría por la cabeza hacerle un daño a Huracán…Ese día tuve una situación cerca del área para hacer un gol y me la sacaron. Y la gente de Huracán empezó a cantar “el turco los cagó” y a partir de ahí se generó todo, se fue agrandando y no pude jugar más en Boca. Hoy por hoy es un mito. Si pasan ese tipo de cosas es seguramente porque una parte de mi cuerpo no quería hacer ese gol, esa es la realidad. Pero tampoco me erré un gol cantado, que tenía el arco libre y la tiré afuera. Pero la gente gritó eso para sacarme del partido y que no les haga un gol, y crearon una leyenda. Hoy se cruza un hincha de Huracán con uno de Boca y le dice “¿tenés algún jugador vos que no te haya querido hacer un gol?”. Eso es el folklore del fútbol…


“En el fútbol actual todos viven muy acelerados y no aprovecha el lugar en el que está. Es un mundo de tensión, un día servís y al otro no”

-El folklore que se perdió un poco…
Claro. Eso, los cantos de la hinchada. Pero no lo que pasa ahora, que un técnico va al banco de suplentes y lo putean de arriba abajo, te escupen. O hay agresiones con cuestiones personales, como lo de Buonannote la otra vez. Es otra cosa el folklore. Cargarse entre las hinchadas, esas que salen ahora en internet, algún afiche, eso. Lo otro es violencia, es agresión contra las personas, escupir es horrible y está permitido.

-¿El gol más importante de tu carrera fue aquel del ascenso de Huracán?
-En México hice muchos importantes, pero acá en Argentina sí. Porqué es en el club de mis amores y porque valió un ascenso.
-¿Qué recordás de tu carrera en México?
-Crié a mi familia ahí, me hice como persona, así que me siento…soy mexicano. Tengo el pasaporte, mis hijos también lo son. Así que siento a México como mi segunda patria. Pero hace mucho que no voy, estoy un poco distanciado, pero estoy contento de estar en mi país y de volver a encontrarme con todos mis amigos.
-¿Cómo ves la actualidad del fútbol argentino?
Se vive todo con mucha presión, los jugadores no juegan mucho al fútbol, hay muchos pelotazos. Mucha dinámica, mucha fricción. Pero es todo un mundo de tensión, un día servís y al otro no. Me parece que todo el mundo vive muy acelerado y no aprovecha el lugar en el que está. Ya de ahí arrancamos mal.

-¿Qué cosas no toleraría el Mohamed DT del Mohamed jugador? ¿Y al revés?
Y…varios cosas (risas). Según a qué edad. Si me agarrás de los 26 a los 30 años, aceptaba todo porque ese la rompía. Pero antes, le hubiese exigido más compromiso con la causo ¿no? Muchas veces el jugador piensa mucho en sí mismo y no le importa lo que es el equipo. Eso significa compromiso, sumar desde donde estés. Eso por ahí cuando era más chico, era un poco más desbandado. Me hubiese pedido más compromiso.

El Turco va de frente. Buen tipo, sincero, un DT maduro con sólo 40 años. Desfachatado en su época de jugador, laburador en su faceta como técnico. Cuando otros, a su edad, estarían dando sus primeros pasos, el lleva un gran camino recorrido. Con alegrías y tristezas, triunfos y derrotas, pero siempre con la frente en alto. Desde el comienzo allí en México, a esta gran oportunidad de estar al frente de un club grande como Independiente. Y bien merecido se lo tiene este personaje tan particular y querido que tiene el fútbol argentino. Un premio al esfuerzo.

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