Reinaldo Gorno: Un talento sin reconocimiento

Ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, demostró ser uno de los mejores maratonistas de la historia del deporte nacional. Pero como en los tiempos que corrían ser segundo no era considerado un logro, nunca recibió el reconocimiento que se merecía. Hasta que en 1994 un grupo de delincuentes le pusieron fin a su existencia y lo inmortalizaron en el Polideportivo de Quilmes.

La tapa de "El Gráfico" junto a Emil Zatopec, cuando ganó la medalla de plata en Helsinki 1952.

Seguramente, si Reinaldo Gorno hubiese logrado lo que consiguió en aquella época en la actualidad, su nombre estaría en la tapa de todos los diarios. Sin embargo, en su tiempo, un segundo lugar no era suficiente para el gran nivel del atletismo Argentino. Por eso, este grande del deporte nacional no recibió en vida el reconocimiento merecido hasta qué, por un fatídico hecho, quedó en la memoria de la gente. Una historia muy particular.

Gorno nació en Yapeyú, Corrientes, en 1918. Desde muy pequeño, siempre fue bueno con las pruebas de fondo y cross country, lo que más adelante lo consagraría a temprana edad. Con tan sólo 22 años, se quedó con la medalla de plata en la prueba de 10.000 metros del Campeonato Sudamericano celebrado en Buenos Aires en 1941. El ganador de aquella prueba fue otro argentino, Raúl Ibarra.

En 1945, en el Sudamericano en Montevideo (Uruguay), obtuvo el oro en cross country, volvió a salir segundo en los 10.000 metros y consiguió el bronce en los 5.000 metros, completando una actuación impresionante que lo ponía dentro de los deportistas más importantes del atletismo sudamericano de la época.

A pesar de todos los buenos logros deportivos que Gorno fue cosechando durante la década del 40, el año de sus grandes proezas fue 1952. Durante ese lapso, se adjudicó la medalla de plata en el medio maratón y en los 5.000 metros en el Sudamericano en Buenos Aires.

Luego de eso, fue parte de la delegación en los Juegos Olímpicos de Helsinki donde realizó su máxima actuación: se alzó con la medalla de plata en la maratón, habiendo finalizado sólo dos minutos detrás del tiempo de "La locomotora checa", Emil Zátopek, uno de los mejores atletas de todos los tiempos. Aquella gran actuación en Finlandia fue poco reconocida en el país, a pesar de ser una de las mejores de toda la historia Argentina en J.J.O.O.

Dos años más tarde, el correntino se consagró campeón de la maratón de Enschede, Holanda, y en 1955 fue el primer corredor no japonés en ganar el maratón de Nakamura. Así, seguía sumando logros a su palmarés pero no conseguía ningún reconocimiento a cambio.

Lamentablemente, ese reconocimiento que no pudo conseguir en lo deportivo llegó de la peor manera. En 1994, fue víctima de un asalto mientras desempeñaba su tarea laboral en el Polideportivo de Quilmes. Unos delincuentes ingresaron al lugar en busca de algunas pertenencias, se encontraron con el atleta que estaba cuidando la zona, y le dispararon a sangre fría. Luego de sufrir varios días internado, el 10 de abril falleció a la edad de 75 años. Y hoy, aquel campo polideportivo en donde Gorno se encontraba a la hora del robo lleva, merecidamente, su nombre.