Producción y redacción: Nicolás Merletti
Luego de un 2010 signado por la desilusión del Mundial de Sudáfrica y del alejamiento de Diego Maradona del seleccionado, el 2011 arranca con Sergio Batista. Ya oficializado en el cargo, mueve el avispero con una convocatoria que además de dejar nombres rutilantes afuera, marca tendencia del estilo que pretende el técnico argentino.
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El Checho busca crear un equipo con su identidad. |
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Si bien Sergio Batista fue oficializado como técnico del seleccionado argentino en noviembre de 2010 y ya tiene cuatro partidos dirigidos en la Mayor, la lista entregada esta mañana para el amistoso frente a Portugal - próximo 9 de febrero- parece ser la
primera 100% made in Batista.
Desde las primeras convocatorias, algunos nombres emparentados con la era Maradona perdieron terreno -caso Jonás Gutierréz, Maxi Rodríguez, Jesús Dátolo, entre otros-, en una clara postura del Checho de empezar a marcar su rumbo. Pero, hasta esta última convocatoria, el recambio fue muy progresivo. Hoy, con esta nueva nómina, Batista se desembaraza de algunos de los nombres que fueron más cuestionados en la gestión anterior.
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La ausencia de Tevez en la lista sorprende. ¿Transición o castigo? |
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Por esto, las ausencias en esta lista no son antojadizas:
Gabriel Heinze, uno de los jugadores más resistidos por casi todos;
Martín Demichelis, de bajo rendimiento desde el Mundial; Sergio Agüero, bastante criticadas sus convocatorias, sobre todo por el lazo familiar que úne al delantero con Maradona, y el que más sorprende es el de
Carlos Tévez, de gran presente en el Manchester City -goleador de la Premier League-. Ese último caso puede deberse a que Batista prefiere probar, en esta oportunidad, con delanteros de otras características para acompañar a Lio Messi. ¿O será un castigo por las declaraciones que hizo en varias oportunidades en favor de Maradona? No parece ser esta la razón, pero no hay que descartarlo por completo.
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Batista espera que Pastore sea el socio que tanto necesita Messi |
Ya hablamos de los que no están, pasemos a los nuevos. Las convocatorias de Batista devolvieron al seleccionado a jugadores como
Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y
Fernando Gago, que habían sido desestimados por el anterior seleccionador. A esto hay que sumar las incorporaciones de otros como
Ever Banega, Nicolás Gaitán, además del mayor protagonismo que le entregó a otros, como
Javier Pastore y Ezequiel Lavezzi. En todos estos nombres hay un denominador común:
el buen pie. El trato del balón a ras del piso, con mucha posesión y traslado, son las premisas que el técnico de la Selección trató de inculcar en los primeros meses de trabajo. A todo esto no nombramos al as de espadas:
Lionel Messi, a quien el DT -como no puede ser de otra manera- lo considera fundamental. El doble balón de oro es el jugador más desequilibrante del mundo y así lo entiende Batista. Pero todavía no pudo terminar de desplegar toda su categoría con la albiceleste. Esto tampoco es casualidad. La decisión del técnico para solucionar esto es clara: rodear a Messi con jugadores que le aporten las características más similares al juego desplegado por el Barcelona. Y sacar lo mejor de Lio.
La Copa América, a disputarse en Argentina en el mes de julio, será el primer gran paso pensando en el próximo Mundial. Y Batista ya comenzó a mover sus fichas pensando en lograr los objetivos que se vienen negando desde hace 18 años.
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