miércoles, 23 de marzo de 2011

“Tenemos que demostrar que podemos jugar juntos”


Llegó a Boca con la intención de hacer dupla con Riquelme pero hoy parece ser su reemplazante. Pedido por Falcioni, fue el protagonista de las clásicas “novelas” de verano en el mercado de pases pero no se arrepiente de nada. Y confiesa que, de no ponerse la azul y oro, le decía adiós al fútbol.

Producción y redacción: Leandro Ulloa

Cada vez que se abre el mercado de pases en el fútbol argentino, hay un jugador que es el protagonista excluyente. El más buscado, el más deseado. El que sale día por medio en la tapa de los diarios, en TV y en radio. Aunque de perfil bajo, esta vez sacó todo su repertorio a la hora de declarar para dejar en claro su mensaje: Boca o nada.
Julio César Falcioni dejó Banfield para recaer en la Ribera y con él quería llevarse a su joya más preciada, el motor de aquel equipo que llevó a Banfield a su primer título: Walter Erviti. Palabras cruzadas, que llegaba, que se caía, el asunto parecía de nunca acabar. Pero, finalmente, Jorge Amor Ameal hizo un enorme esfuerzo económico para darle al nuevo DT el jugador que más esperaba. Y para que Walter cumpla su deseo.

¿Cumpliste un sueño al venir a Boca?

Un objetivo. Yo deseaba mucho llegar a un club como Boca, es muy importante. Es uno de los mejores que hay en Argentina y uno quiere estar en los mejores lugares. Por ese lado estoy muy feliz, tratando de adaptarme y darle a Boca lo mejor de mi juego.

¿Qué fue lo que más te sorprendió cuando llegaste acá?

Todo. Más o menos de afuera uno sabe como es, pero cuando estás adentro es mucho más grande de lo que uno se imagina. Boca te sorprende día a día. Entrenar, la cantidad de gente que nos sigue, los partidos... Lo que genera es increíble. Yo trato de disfrutarlo, sabiendo también que hay que rendir adentro de la cancha.

Recordando un poco, cuando llegaste te tocó entrenar sólo con Battaglia y Riquelme, dos referentes históricos del Club. ¿Te sentiste un poco raro o lo tomaste con calma?

Compartir vestuario con jugadores como ellos es increíble. Uno aprende de esa clase de jugadores. Aunque uno sea más o menos de la misma edad, ellos tienen mucha más carrera que yo. Yo trato de aprender para después poder mostrarlo en la cancha.

¿Qué le podés aportar a este equipo?

Ganas. Tengo muchas ganas de hacer las cosas bien y de conseguir cosas importantes. Esto no depende de un solo jugador. Depende de que podamos encontrar un buen funcionamiento de equipo y adaptarse rápidamente a lo que quiere el técnico.

¿Ya te dijo Julio como te quiere en la cancha?

No necesita decírmelo porque ya lo conozco. Él quiere que todos entreguemos el máximo, que nos brindemos por el equipo. Tácticamente se va acomodando según los jugadores que tiene a disposición. Esto es largo y creo que el equipo va cambiando fecha tras fecha.

¿Qué representa Falcioni en tu vida futbolística? ¿Tuviste otro entrenador que te haya sacado el “jugo” como te lo sacó él?

He tenido muchos técnicos con los que mantengo una gran relación. Passarella, Ruggeri, Pellegrini, con quien me tocó ganar dos campeonatos. En México tuve a La Volpe, a Herrera. Por suerte me tocó jugar siempre. En este momento de mi carrera me tocó un técnico que me ha acompañado, me ha guiado y yo eso lo valoro mucho.

Nombraste muchos técnicos que usan distintos esquemas, con diferentes ideas de juego…Y vos supiste adaptarte a todos ellos.

Gracias a Dios siempre jugué. Es lo que yo siempre quiero, estar adentro de la cancha. Por eso cuando me preguntan en qué posición quiero jugar acá en Boca siempre respondo lo mismo: quiero jugar. En la posición que sea. El técnico siempre va a buscar lo mejor para el equipo, yo no tengo ningún problema.

Walter no tiene problemas, el quiere jugar de lo que sea. Pero el DT tiene una tarea para él: lo quiere como en Banfield, como volante central, acompañando a Battaglia o a Somoza, eventualmente. En el debut, ante Godoy Cruz, le tocó compartir cancha por primera vez con Juan Román Riquelme. Y luego de la estrepitosa derrota, se instaló la polémica en los medios: ¿Pueden jugar juntos? Mucho se debatió al respecto, pero Walter tiene su postura clara.

Se ha hablado mucho de que Román y Erviti no pueden jugar juntos, por las características que tienen. En lo personal, independientemente de la decisión del DT, ¿Qué pensás?

Con jugadores como Román todo es más fácil. Cualquiera puede jugar al lado de él, por el hecho de que te facilita las cosas. Después el técnico es el que decide y hay que respetarlo, más allá de estar de acuerdo o no. Ojalá nosotros podamos demostrar, porque además de decirlo hay que demostrarlo, que podemos jugar juntos. No sólo él y yo, sino dos jugadores de esas características.

Cuando eras más joven, te mostraste como un jugador lujoso, que tiraba caños y gambetas. Hoy no perdiste eso, pero le sumaste mucha marca y sacrificio. ¿Sentís que es así?

Sí. Yo voy tratando de adaptarme a lo que exige el juego y va cambiando. Hoy a nivel mundial se exigen volantes mixtos, que juegas y recuperan. Hay pocos casos, como el de Riquelme, que son exquisitos a la hora de jugar. Después la mayoría de los volantes somos muy parecidos: mixtos, que corremos cuando no tenemos la pelota y tratamos de jugarla y manejarla bien cuando la tenemos. Lo que hice fue adaptar mi estilo a lo que pide el fútbol de hoy.

¿Cuál fue el mejor Erviti? ¿O todavía está por verse acá en Boca?

Yo espero mejorar. Espero poder lograr acá cosas importantes. Dar lo mejor de mí.

Fue muy difícil destrabar tu situación en Banfield para llegar acá. Fue, como suele decirse, la “novela del verano”. ¿Sentís que la gente en algún momento se cansó o te siguió bancando por lo que conseguiste en el club?

No lo sé. Yo siempre intenté manejarme con respeto, tanto dentro como fuera de la cancha. Después como la gente responda, yo trato de no pensar en eso. Están en todo su derecho de hacerlo de la manera que deseen. Me gustaría que hayan entendido mi situación. Mi ciclo en Banfield estaba cerrado, por diferentes situaciones que viví en el club que no fueron de mi agrado. Y después porque tenía la posibilidad de venir a un club grande, a una edad que ya no se tienen estas oportunidades.

¿Realmente pensaste en dejar el fútbol si no venías a Boca o fue sólo para meter presión a los dirigentes de Banfield?

La verdad que sí lo pensé. Había muchas cosas alrededor de esta situación que no me gustaban y no me hacían bien. Prefería dar un paso al costado.

¿Te ilusiona estar en la Selección de Batista?

Hoy me ilusiona jugar en Boca. Poder estar bien, adaptarme a este equipo. Brindar lo mejor de mí. A causa de eso llegarán muchas cosas. Pero primero lo primero.

Llegás acá con 30 años, maduro, en un club grande. ¿Tu idea es quedarte a vivir acá?

Eso lo tengo que demostrar día a día. Pero todos queremos quedarnos a vivir acá. Ojalá que sea así. Si se da eso es porque hice las cosas bien.

Fuiste campeón en todos los equipos que jugaste. Imagino que no querés que esa racha se corte acá…

No para nada. Lo único que deseo es ver a Boca campeón. Ojalá el grupo lo pueda lograr. Sería una alegría muy importante, lo estamos buscando mucho. 

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