Repatriando toques y gambetas

Entrevista con De Federico

El último campeón de la Sudamericana, Independiente, repatrió a uno de esos jugadores que le ponen el toque de distinción a un pobre fútbol argentino. Matías De Federico llega al Rojo, club del cual es hincha, para revalidar lo hecho en Huracán y mostrar todo lo que no pudo en Brasil. Repasa anécdotas con astros como Ronaldo y Roberto Carlos y no se arrepiente de su salida del Globo.

Por Leandro Ulloa

Matías De Federico atendió a DePrimera mientras concentraba con el plantel.

Mientras baja las escaleras, Matías De Federico muestra paso a paso sus dotes como futbolista. Esa desfachatez que tiene al jugar, el encarar siempre para adelante, el intentar mostrar algo diferente dentro de la cancha. Su aspecto de chico –tan sólo 21 años- no coincide ni con la madurez de sus palabras ni con su experiencia en primera. Con una humildad y tranquilidad que tal vez pocos conocen, el delantero atiende a DePrimera en el hall del hotel donde está concentrado. Su teléfono no para de sonar, pero da el primer paso: “llaman de todos lados. Pero dale, arranca cuando quieras”.

Decidiste volver al país. ¿Por qué Independiente? ¿Influyó el Turco? ¿La participación en las Copas? ¿La posibilidad de jugar en un grande?

Creo que fueron varios factores. En lo personal uno no tuvo la continuidad en Corinthians que le hubiera gustado y acá está la posibilidad de jugar varias copas y torneos este año, y creo que fue una de las prioridades. Lógicamente también es venir a un grande, donde uno es hincha, donde está el Turco que uno ya lo conoce de Huracán. Todo hizo que la cosa se vaya cerrando para que yo venga a Independiente.

¿Cómo es jugar en el club que sos hincha? ¿Te enojás más cuando perdés?

Sí (risas). Uno es profesional y no le gusta perder nunca. Pero es lógico que cuando uno siente la camiseta y es hincha del club, se va triste a casa, lo piensa toda la noche. En lo personal, no me gusta perder a nada y menos un partido.

Todos estos factores que enumeraste, ¿ayudaron a que te adaptes rápido? Pereció que fue así.

Si, fueron factores que ayudaron. Mismo los compañeros, hay jugadores de mucha calidad, de muchos años en Independiente, caso Cuqui (Silvera), Carlitos (Matheu), ahora volvió Leo (Núñez)… Ya conocen el club, saben cómo jugar. Y uno se siente cómodo. No me faltó esa adaptación de cuatro o cinco partidos. Me sentí muy bien dentro de la cancha y eso es gracias a mis compañeros más que nada.

¿Y cómo estás vos? ¿Qué tenés para aportarle a este Independiente que viene de ganar la Sudamericana?

Lo que precise el equipo. Estoy jugando en una posición que me siento muy cómodo, donde el Turco sabe que yo me siento bien, que le puedo dar cosas positivas. Trataré de darle lo que pude hacer en Huracán: un cambio de velocidad, un pase a un delantero…Creo que en el armado de las jugadas puedo llegar a ser importante.

En tu debut te tocó hacer un gol, como te había pasado en Huracán y en la Selección. ¿Sos un delantero con gol o no querés que la gente se acostumbre a eso?

Ojalá que sea costumbre para todos los partidos (risas). Un gol es lo más lindo que te puede pasar, más en un debut, cuando uno está ansioso y te pasan muchas cosas por la cabeza. Y hacer un gol afloja todos esos síntomas.

Se logró el primer objetivo que era entrar a la Copa Libertadores. ¿Para qué están ahora? ¿Qué objetivos se plantean?

Sí, lo importante era clasificar a la Copa, el rival era difícil, fuimos a jugar a la altura, complicadísimo. Ahora buscamos hacer una buena Copa. Creo que tenemos un buen plantel para hacerlo, sin descuidar el torneo local. Se pueden hacer las dos cosas. Hay equipo para pelear las dos cosas. El tiempo dirá para lo que Independiente está.

Matheu dijo que tenían el mejor plantel de Sudamérica. ¿Opinás así? ¿Lo habrá dicho por tu llegada?

No, no, por mí no. Lo tienen porque lo demostraron el semestre pasado y fueron campeones. No formé parte de ese grupo pero me pone muy feliz por ellos. Jugaron bárbaro, lo trabajaron y se lo merecen. Yo trataré de aportar lo mío.

Matías reconoce que gracias a Huracán hoy "tiene un nombre" en el fútbol

Su alejamiento de Huracán fue más parecido a una huída, a un “hasta siempre”, que a una ida, un “hasta luego”. Las circunstancias hicieron que Matías abandonara el barco del “tiki tiki” –diezmado- cuando un nuevo torneo, la revancha de aquel que se les había escapado ante Vélez, estaba por comenzar. Y, aunque lamenta y entiende que no fue la mejor manera de irse, no reniega de aquella decisión.

¿Te arrepentís de haberte ido? ¿O como se dieron las cosas después fue la decisión correcta?

Hoy las cartas ya están jugadas. Lo sentí así, yo no me arrepiento de las cosas que hice. Tal vez no fue de la manera que uno hubiera querido irse…Pero tampoco fue culpa mía. Tuve una propuesta muy interesante de Corinthians, sabía que el equipo de Huracán se iba a desarmar, sólo quedaba Mario (Bollatti), Paolo (Goltz) y Monzón de los titulares, y se hacía muy difícil. Más con una oferta así de un club tan importante de Sudamérica. En cierto punto fue una decisión fácil porque era para mí bien.

¿Te lo recriminó el hincha?

Lógicamente me lo recriminó. Porque yo dije que me quería quedar. Pero por esos factores que dije antes di un paso al costado. Hice mal en decir que quería quedarme pero lo entendieron mal. Yo dije que me quería quedar para seguir peleando un campeonato, para tomarme revancha de lo que había pasado. No para hacerme mala sangre y terminar último como pasó después.

¿Cómo quedó la relación con Ángel? ¿Seguiste hablando?

Si hablé. Me llamó ahora para ir a Gimnasia, pero hubo diferencias en todo sentido, en las cosas que peleaba el club y que me ofrecían. Por eso ahora estoy acá.

¿Qué significó para vos ese equipo del Clausura 2009?

Fue el despegue de mi carrera. Hoy tengo un nombre gracias a Huracán. Cuando llegué de Brasil tenía entre siete u ocho clubes para elegir. Y eso se lo debo pura y exclusivamente a Huracán.

Con Pastore los une una amistad a la distancia.

¿Cerró la herida o todavía sigue abierta?

La herida va a quedar siempre. Pasa el tiempo y uno se olvida un poco más, pero cada vez que se habla uno se acuerda y le duele. Estábamos a cinco minutos de salir campeónes…

¿Con Javi Pastore seguís hablando? Le está yendo muy bien.

Si, hablo todos los días con el Flaco. No trato de molestarlo pero hablo seguido. Por Blackberry, por MSN, por Twitter, por lo que se pueda. La está rompiendo, la verdad que lo tengo que felicitar todos los días porque siempre hace algo diferente. Es un gran amigo y se lo extraña mucho. Compartimos muchas cosas, fueron momentos muy lindos.

¿Encontraste alguien con quien te hayas entendido tan bien como con Pastore?

Y no, es muy difícil encontrar otro como él. Como es, la calidad que tiene, lo humano que es. Creo que voy a tardar años en encontrar un compañero como él, si es que encuentro.

Contá un poco tu experiencia en Brasil. ¿Por qué pensás que no jugaste tanto?

Fueron varias cosas. Fue un cambio importante en lo personal. Salir de un club donde había tema de sueldos, sin tantas presiones y llegar a un club grande como Corinthians… te choca. Tenés todo, sólo tenés que jugar. Y yo no estaba acostumbrado. Después no tuve mi nivel de Huracán, los partidos que jugué no estuve bien. Y si allá no jugás bien, salís, no te dan una segunda chance. No puedo decir “fallé en esto” para encontrar una explicación. Creo que fueron varias cosas. Igual no me arrepiento de nada. Fue un paso muy importante en mi vida. Hoy, con 21 años, tengo un gran respeto de mis compañeros por la carrera que tengo. Es corta, pero importante.

En Corinthians, tuvo el placer de compartir
cancha con Ronaldo y Roberto Carlos.

Y te diste el gran gusto de jugar con Ronaldo y Roberto Carlos…

Por eso mismo. Con 21 años es difícil encontrar un jugador que haya vivido lo que me tocó vivir a mí. Por eso no fue todo malo Corinthians. Uno cuando no juega está fastidioso, quiere largar todo…Pero ahí hay que hacerse fuerte y madurar rápido. Y hoy lo disfruto y extraño compartir una práctica con ellos. Son jugadores diferentes.

¿Quedó relación con ellos?

Con Ronaldo sigo hablando. De Roberto Carlos tengo el Nextel, me dijo que lo llame para lo que necesite. Son dos personas maravillosas. Eso es importante para el jugador, te haya ido bien o mal, dejar una marca, dejar amigos.  

¿Es verdad que Ronaldo le apostó al arquero del equipo que le pateaba diez penales y si le atajaba uno sólo le regalaba su auto? ¿Cómo fue eso?

En una práctica, sí. Siempre apostaban pateando penales. No le atajó uno, le metió los diez. Es increíble. La manera de patear que tiene es increíble. No le podés atajar, es imposible que lo erre.

¿Cómo terminaste hablando por teléfono con Messi?

Fue una concentración. Había un partido a beneficio de Deco y lo invitó a Messi. Yo estaba en mi cuarto y eran como la una de la mañana. Me golpean la puerta y era Roberto Carlos. Y me dice “tomá, te quieren hablar por teléfono”. Me pasó y era Messi. Estaba con Ronaldo y él le contó que yo estaba en Corinthians y le pidió que me llame, porque decía que se hablaba bien de mí en España porque recién había sido lo de Huracán. Me quedé hablando como media hora. Cuando corté llamé desesperado a mis viejos, no importaba que fueran como las dos de la mañana. Le decía “che ma no sabés con quien hablé”. Estaba como nene con chiche nuevo (risas).

¿Y qué hablaste con Messi? ¿Le dijiste “nos vemos en la Selección”?

No (risas). Me preguntó como estaba, que siga bien, que le siga metiendo. La verdad sabía bastante de mí y yo me quedé sorprendido. Que Messi sepa algo de vos es increíble. Me dijo que era un gran jugador, que iba a triunfar. Y me dijo que tal vez nos crucemos algún día en un partido beneficio… Yo no voy a jugar en el Barcelona (risas). Pero ojalá lo pueda conocer personalmente. Es el mejor jugador del mundo.

¿Te ilusiona un llamado para la mayor? Y ahí reencontrarte con Pastore, por ejemplo. En la local ya estás.

Sería hermoso. Cuando me tengo que presentar en la Selección Local ya no quiero irme más de ahí. Tuve la posibilidad de jugar con Diego de técnico y hacer un gol, fue un día maravilloso. Jugar con la Selección es lo mejor que hay.